jueves, diciembre 17, 2020

TRAPO - Álvaro de Campos

Publicado en Coimbra, Portugal, en la página 9 de la revista Presença, N º 31-32 de marzo-junio de 1931, tuvo un borrador en papel grueso escrito con tinta negra salvo por el título “Trapo” y un título alternativo, tachado, “Farrapo” (Harapo), escrito a lápiz.


TRAPO



El día resultó lluvioso.

La mañana, sin embargo, estaba bastante azul.

El día resultó lluvioso.

Desde la mañana yo estaba un poco triste.

¿Anticipación? ¿tristeza? ¿ninguna de las dos?

No lo sé: ya al despertar yo estaba triste.

El día resultó lluvioso.


Lo sé: la penumbra de la lluvia es elegante.

Lo sé: el sol oprime, por ser tan ordinario, a un elegante.

Lo sé: ser susceptible a los cambios de la luz no es elegante.

Pero, ¿quién le dijo al sol o a los demás que yo quiero ser elegante?

Denme el cielo azul y el sol visible.

Niebla, lluvias, oscuridad –esas las tengo en mí–.

Hoy sólo quiero sosiego.

Amaría incluso el hogar, siempre que no lo tuviera.

Llego a sentir sueño de ganas de tener sosiego.

¡No exageremos!

En efecto, tengo sueño, sin explicación.

El día resultó lluvioso.


¿Cariños? ¿Afectos? Son memorias…

Hay que serse niño para tenerlos…

¡Mi madrugada perdida, mi cielo azul y verdadero!

El día resultó lluvioso.


Bonita boca de la hija del casero,

pulpa de fruta de un corazón por comer…

¿Cuándo ocurrió esto? No lo sé…

En el azul de la mañana…


El día resultó lluvioso.



Álvaro de Campos (Fernando Pessoa)

10-9-1930

Traducción de Carlos Ciro



Original portugués:


TRAPO // O dia deu em chuvoso. / A manhã, contudo, estava bastante azul. / O dia deu em chuvoso. / Desde manhã eu estava um pouco triste. / Antecipação? Tristeza? Coisa nenhuma? / Não sei: já ao acordar estava triste. / O dia deu em chuvoso. // Bem sei: a penumbra da chuva é elegante. / Bem sei: o sol oprime, por ser tão ordinário, um elegante. / Bem sei: ser susceptível às mudanças de luz não é elegante. / Mas quem disse ao sol ou aos outros que eu quero ser elegante? / Dêem-me o céu azul e o sol visível. / Névoa, chuvas, escuros — isso tenho eu em mim. / Hoje quero só socego. / Até amaria o lar, desde que o não tivesse. / Chego a ter somno de vontade de ter socego. / Não exaggeremos! / Tenho efectivamente somno, sem explicação. / O dia deu em chuvoso. // Carinhos? Afectos? São memórias... / É preciso ser-se criança para os ter... / Minha madrugada perdida, meu céu azul verdadeiro! / O dia deu em chuvoso. // Boca bonita da filha do caseiro, / Polpa de fructa de um coração por comer... / Quando foi isso? Não sei... / No azul da manhã... // O dia deu em chuvoso.

lunes, noviembre 09, 2020

Aquí, en el fondo

 

[AQUÍ, EN EL FONDO]


Aquí, en el fondo
del fin del mundo,
totalmente libre
de tener que ser,
podré, mudo
de mí, olvidar.

Bajo la arboleda
yerma y calma,
mientras duermo,
experto, veré pasar
libre de mí,
mi sueño en el aire.

Él es diferente
a este ser disperso
con el que, distinto
de mí, soñé.
No pienso; siento.
Ignoro: sé.

Fernando Pessoa, 3-1-1934
Traducción: Carlos Ciro


Original portugués:

Aqui, que é o fundo / Do fim do mundo, / Livre do tudo / de ter que ser, / Poderei, mudo / De mim, esquecer. // Sob o ermo e quedo / Grande arvoredo, / Dormindo experto, /Verei passar,/ De mim liberto, / Meu sonho no ar. // Elle é diverso / Do ser disperso / Com que, distincto / De mim, sonhei. / Não penso; siento. / Ignoro: sei.

sábado, junio 20, 2020

Para ser grande - Ricardo Reis (Un poema y sus variaciones)

Poema publicado en vida de Pessoa, en el número 37 de la revista Presença – Folha de arte e crítica, en Febrero de 1933. En el espolio pessoano se conservan también un manuscrito con la fecha atestada del poema, 14 de febrero de 1933 y la carta con la que Pessoa acompañó el poema, enviada a João Gaspar Simões el 18 de febrero de 1933, en la que le dice: «Dado su amable deseo de que haya siempre colaboración mía en "Presença", le envío una brevísima composición de Ricardo Reis escrita hace unos días y que, por azar, tenía aún en el bolsillo y con la que puedo corresponder a su indicación y enviársela en respuesta postal».


Fernando Pessoa. Júlio Pomar
Fernando Pessoa. Dibujo sobre papel. Júlio Pomar. 206 x 90 cm (1983)




Para ser grande, sé íntegro; nada
    tuyo exageres o excluyas.
Sé todo en cada cosa. Pon cuanto eres
    en lo mínimo que hagas.
Así en cada lago la luna toda
    brilla, porque alta vive.

Ricardo Reis, 14-2-1933
Traducción de Carlos Ciro


Original portugués:

Para ser grande, sé inteiro: nada
    teu exaggera o exclue.
Sê tudo em cada coisa. Põe quanto és
    No minimo que fazes.
Assim em cada lago a lua toda
    Brilha, porque alta vive.


Es siempre una tentación, para mí, al recorrer las ediciones críticas de Pessoa, recuperar para la resonancia de los poemas aquellas líneas y palabras que fueron consideradas y descartadas en el proceso de composición. En consecuencia, comparto aquí una versión a partir de esas tachaduras, sin más intención que la de expandir del disfrute de este enorme poema:

Suspéndete sereno sobre ti mismo –nada
    que sea tuyo excluyas o exageres.
Sé todo en cada cosa. Pon cuanto eres
    en lo mínimo que haces.
Así en cada lago toda la luna
    brilla, porque alta vive.
Más vale una hora plena de saberla
    tuya, que lo eterno ajeno.

Ricardo Reis (tachonado).
Versión de Carlos Ciro

Esta versión recoge algunas de las variantes que contempló Pessoa, en el manuscrito mencionado [51-89r] o en una versión mecanografiada (51-90r) que también se conserva en el espolio.



domingo, junio 14, 2020

Aniversario 132 del nacimiento de Fernando Pessoa (13 de junio de 1888, Lisboa)

En recuerdo y celebración del 132 aniversario del nacimiento de Fernando Pessoa, este poema ortónimo de 1933.









I

Sí, lo haré...; y hora a hora pasa el día...
Lo haré, y día a día pasa el mes...
Y yo, lleno siempre apenas con cuanto haría,
veo que cuanto haría no se hizo,
en la inútil nostalgia de mí mismo.

Lo haré, lo haré... Años los meses son
cuando son muchos – Años, toda la vida,
todo... Y siempre la misma sensación
de que cualquier cosa ha de alcanzarse,
y es siempre inerte el pie, queda la mano...

Lo haré, lo haré, lo haré.... Sí, una hora cualquiera
tal vez me traiga el esfuerzo y la victoria,
pero será sólo si me los trae desde fuera.
Lo quise todo: la paz, la sensación, la gloria...
¿Qué obscuro absurdo en mi alma llora?


II

Un día escribiré tal vez un poema mío,
no una cosa cualquiera que, si la analizo,
sea solo la tela que en mí se tejió
con tanto ajeno y anónimo improviso
que a mí o a ellos olvidó...

Un poema propio, en que vaya mi ser,
en el que yo diga lo que siento y lo que soy,
sin pensar, sin fingir y sin querer,
como un lugar exacto, éste donde estoy,
en el que me puedan ver tal como soy.

Ah, ¿pero podré yo ser quien soy? ¿Quién sabe
tener el alma que tiene? ¿Quién es quien es?
Sombras de nosotros, sólo reflejar nos cabe.
¿pero, irreales ramajes, reflejar qué?
Tal vez sólo el viento que nos cierra y nos abre.


III

¡Sosiégate, corazón! ¡No desesperes!
Tal vez un día más allá de los días,
encuentres lo que quieres porque no lo quieres.
Entonces, libre de falsas nostalgias,
alcanzarás la perfección de ser.

¡Pero pobre sueño el que solo quiere no tenerlo!
¡Pobre esperanza la de existir tan solo!
Como quien se pasa la mano por el cabello
y en sí mismo se siente diferente,
¡Ah, cuánto mal hace al sueño el concebirlo!

¡Sosiégate, sin embargo, corazón! ¡Duerme!
El sosiego no quiere razón ni causa.
Sólo quiere la noche plácida y enorme,
la grande, universal, solemne pausa
antes de que todo en todo se transforme.


2 de agosto de 1933
Fernando Pessoa
Traducción: Carlos Ciro


Original portugués:



I

Sim, farei...; e hora a hora passa o dia...
Farei, e dia a dia passa o mês...
E eu, cheio sempre só do que faria,
Vejo que o que faria se não fez,
De mim, mesmo em inútil nostalgia.

Farei, farei... Anos os meses são
Quando são muitos-anos, toda a vida,
Tudo... E sempre a mesma sensação
Que qualquer coisa há-de ser conseguida,
E sempre quieto o pé e inerte a mão...

Farei, farei, farei... Sim, qualquer hora
Talvez me traga o esforço e a vitória,
Mas será só se mos trouxer de fora.
Quis tudo — a paz, a ilusão, a glória...
Que obscuro absurdo na minha alma chora?


II

Farei talvez um dia um poema meu,
Não qualquer coisa que, se eu a analiso,
É só a teia que se em mim teceu
De tanto alheio e anónimo improviso
Que ou a mim ou a eles esqueceu...

Um poema próprio, em que me vá o ser,
Em que eu diga o que sinto e o que sou,
Sem pensar, sem fingir e sem querer,
Como um lugar exacto, o onde estou,
E onde me possam, como sou, me ver.

Ah, mas quem pode ser quem é? Quem sabe
Ter a alma que tem? Quem é quem é?
Sombras de nós, só reflectir nos cabe.
Mas reflectir, ramos irreais, o quê?
Talvez só o vento que nos fecha e abre.


III

Sossega, coração! Não desesperes!
Talvez um dia, para além dos dias,
Encontres o que queres porque o queres.
Então, livre de falsas nostalgias,
Atingirás a perfeição de seres.


Mas pobre sonho o que só quer não tê-lo!
Pobre esperança a de existir somente!
Como quem passa a mão pelo cabelo
E em si mesmo se sente diferente,
Como faz mal ao sonho o concebê-lo!



Sossega, coração, contudo! Dorme!
O sossego não quer razão nem causa.
Quer só a noite plácida e enorme,
A grande, universal, solene pausa
Antes que tudo em tudo se transforme.



2-8-1933




jueves, abril 16, 2020

"El pastor amoroso". Aniversario 131 del nacimiento de Alberto Caeiro

En el aniversario 131 de Alberto Caeiro, a quien Pessoa supo nacido el 16 de abril de 1889 a la 1:45 p. m., en Lisboa, valga recordar el ciclo de poemas “El pastor amoroso” (O Pastor amoroso) esbozado en 1914 y retomado por Pessoa entre 1929 y 1930. Adhiero aquí al criterio de transcripción de las dos ediciones críticas portuguesas (Ivo Castro, 2015, IN-CM; y Jerónimo Pizarro y Patricio Ferrari, 2016, Tinta-da-China), manteniendo el orden cronológico y presentándolas como una serie de siete poemas (y no de ocho como otras ediciones portuguesas) en la cual, solo los primeros dos tienen numeración. Los dactiloscritos / manuscritos  originales están disponibles en línea como parte del Espólio de Fernando Pessoa en la Biblioteca Nacional de Portugal (http://purl.pt/1000).


Página dactiloscrita que contiene el poema VII de esta serie. Llama la atención la cita (tachada por Pessoa) que lo precede, "E tudo é belo porque tu és bela" (And all looks lovely in thy loveliness), último verso del soneto Love's Blindness del poeta inglés Alfred Austin (1835-1913).



– I –

Cuando yo no te tenía
amaba la Naturaleza como un monje calmo a Cristo…
Ahora amo la Naturaleza
como un monje calmo a la Virgen María,
religiosamente, a mi modo, como antes,
pero de otro modo más conmovido y próximo.
Veo mejor los ríos cuando voy contigo
por los campos y a la orilla de los ríos;
sentado a tu lado, observando las nubes
las observo mejor…
Tú no me quitaste la Naturaleza…
Tú no me cambiaste la Naturaleza…
Trajiste la Naturaleza junto a mí,
porque tú existes la veo mejor, pero idéntica,
porque tú me amas, la amo del mismo modo, pero más,
por haberme escogido tú para tenerte y amarte,
mis ojos miraron hacia ella más detenidamente
sobre todas las cosas.
No me arrepiento de lo que fui otrora
porque aún lo soy.
Solo me arrepiento de otrora no haberte amado.

6-7-1914


– II –


La luna está alta en el cielo y es primavera.
Pienso en ti y dentro de mí estoy completo.

Corre por los vagos campos hasta mí una brisa ligera,
pienso en ti, murmuro tu nombre; y no soy yo: soy feliz.

Mañana vendrás, caminarás conmigo cogiendo flores por el campo,
y yo andaré contigo por el campo viéndote coger flores.

Yo ya te veo mañana recogiendo flores conmigo por los campos,
pero cuando vengas mañana y camines conmigo cogiendo flores realmente,
eso será una alegría y una novedad para mí.

6-7-1914



– III –


Tal vez quien ve bien no sirva para sentir
y no agrade por ser anterior a las costumbres.
Es necesario tener modos para todas las cosas,
y cada cosa tiene su modo, como también el amor.
Quien tiene el modo de ver los campos entre las hierbas
no debe tener la ceguera que causa hacer sentir.
Amé, y no fui amado, lo que solo vi al final,
porque no se es amado como se nace sino como acontece.
Ella sigue tan bonita de cabello y boca como antes,
y yo continúo como era antes, solitario en el campo.
Como si hubiera estado cabizbajo,
pienso esto y termino con la cabeza en alto
y el sol quema el deseo de lágrimas que no puedo dejar de tener.
¡Cuán vasto es el campo y el amor interior…!
Miro, y olvido, como se seca donde hubo agua y se deshoja en los árboles.

Yo no sé hablar porque estoy sintiendo.
Estoy escuchando mi voz como si fuera de otra persona,
y mi voz habla de ella como si fuera ella quien hablara.
Tiene el cabello de un rubio amarillo de trigo bajo el sol claro,
y la boca cuando habla dice cosas que no hay en las palabras.
Sonríe, y los dientes son limpios como piedras del río.

18-11-1929



– IV –

El amor es una compañía.
Ya no sé andar por los caminos,
porque ya no puedo andar solo.
Un pensamiento visible me hace andar más a prisa
y ver menos, y al mismo tiempo disfrutar de ir viéndolo todo.
Incluso su ausencia es una cosa que está conmigo.
Y yo la quiero tanto que no sé cómo desearla.
Si no la veo, la imagino y soy fuerte como los árboles altos.
Pero la veo y tiemblo, no sé qué ha sido de lo que siento en su ausencia.
Todo yo soy una fuerza cualquiera que me abandona.
Toda la realidad mira hacia mí como un girasol con el rostro de ella en medio.

10-7-1930



– V –

Pasé toda la noche, sin saber dormir, viendo sin nada la figura de ella
y viéndola siempre de maneras diferentes a como la encuentro a ella.
Hago pensamientos con el recuerdo de lo que ella es cuando me habla,
y en cada pensamiento ella varía de acuerdo con su semejanza.
Amar es pensar.
Y yo casi me olvido de sentir solo con pensar en ella.
No sé bien lo que quiero, ni siquiera de ella, y yo no pienso sino en ella.
Tengo una gran distracción animada.
Cuando deseo encontrarla
casi prefiero no encontrarla,
para no tener que dejarla luego.
Y prefiero pensar en ella, porque por ella como es siento cierto miedo.
No sé bien qué es lo que quiero, ni quiero saberlo. Solo quiero pensar en ella.
No pido nada a nadie, ni a ella, sino pensar.

10-7-1930


– VI –

El pastor amoroso perdió el cayado,
y las ovejas se escaparon por la ladera.
Y, de tanto pensar, ni siquiera tocó la flauta que trajo para tocar.
Nadie apareció ni desapareció para él. Nunca más encontró el cayado.
Otros, despotricando de él, recogieron sus ovejas.
En últimas, nadie lo había amado.
Cuando se levantó de la ladera y de la verdad falsa lo vio todo:
los grandes valles plenos con los mismos verdes variados de siempre,
las grandes montañas a lo lejos, más reales que cualquier sentimiento,
la realidad entera, con el cielo y el aire y los campos que están presentes.
Y sintió que de nuevo el aire le abría, aunque con dolor, una libertad en el pecho.

10-7-1930


– VII –

Ahora que siento amor
tengo interés en lo que huele.
Nunca antes me interesó que una flor tuviera olor.
Ahora siento el perfume de las flores como si hubiera una vida nueva.
Bien sé que ellas olían, como sé que existía.
Son cosas que se saben por costumbre.
Pero ahora lo sé con la respiración de la parte posterior de la cabeza.
Hoy las flores me saben bien en un gusto que se huele.
Hoy despierto y, a veces, huelo antes de ver.

Ahora todos los días despierto con alegría y pena.
Antiguamente despertaba sin sensación alguna; despertaba.
Tengo alegría y pena porque pierdo lo que sueño
y puedo estar en la realidad donde está lo que sueño.
No sé qué he de hacer con mis sensaciones,
no sé qué he de ser solo.
Quiero que ella me diga cualquier cosa para despertar yo de nuevo.

23-7-1930




Traducción: Carlos Ciro



Original portugués:


– I – // Quando eu não te tinha / Amava a Natureza como um monge calmo a Cristo... / Agora amo a Natureza / Como um monge calmo à Virgem Maria, / Religiosamente, a meu modo, como dantes, / Mas de outra maneira mais como vida e próxima. / Vejo melhor os rios quando vou contigo /Pelos campos até à beira dos rios; / Sentado a teu lado reparando nas nuvens / Reparo nelas melhor… / Tu não me tiraste a Natureza... / Tu não me mudaste a Natureza... / Trouxeste-me a Natureza para o pé de mim, / Por tu existires vejo-a melhor, mas a mesma, / Por tu me amares, amo-a do mesmo modo, mas mais, / Por tu me escolheres para te ter e te amar, / Os meus olhos fitaram-na mais demoradamente / Sobre todas as coisas. / Não me arrependo do que fui outrora / Porque ainda o sou. / Só me arrependo de outrora te não ter amado. 
– II – // Está alta no céu a lua e é primavera / Penso em ti e dentro de mim estou completo. // Corre pelos vagos campos até mim uma brisa ligeira. / Penso em ti, murmuro o teu nome; e não sou eu: sou feliz. // Amanhã virás, andarás comigo a colher flores pelo campo, / E eu andarei contigo pelos campos a ver-te colher flores. // Eu já te vejo amanhã a colher flores comigo pelos campos, / Mas quando vieres amanhã e andares comigo realmente a colher flores, / Isso será uma alegria e uma novidade para mim. 
– III – // Talvez quem vê bem não sirva para sentir / E não agrade por estar muito antes das maneiras. / É preciso ter modos para todas as coisas, / E cada coisa tem o seu modo, e o amor também. / Quem tem o modo de ver os campos pelas ervas / Não deve ter a cegueira que faz fazer sentir. / Amei, e não fui amado, o que só vi no fim, / Porque não se é amado como se nasce mas como acontece. / Ela continua tão bonita de cabelo e boca como de antes, / E eu continuo como era de antes, sozinho no campo. / Como se tivesse estado de cabeça baixa, / Penso isto, e fico de cabeça alta / E o sol queima a vontade de lágrimas que não posso deixar de ter. / Como o campo é vasto e o amor interior...! / Olho, e esqueço, como seca onde foi água e nas árvores desfolha. // Eu não sei falar porque estou a sentir. / Estou a escutar a minha voz como se fosse de outra pessoa, / E a minha voz fala dela como se ela é que falasse. / Tem o cabelo de um louro amarelo de trigo ao sol claro, / E a boca quando fala diz coisas que não há nas palavras. / Sorri, e os dentes são limpos como pedras do rio. 
– IV – // O amor é uma companhia. / Já não sei andar só pelos caminhos, / Porque já não posso andar só. / Um pensamento visível faz-me andar mais depressa / E ver menos, e ao mesmo tempo gostar bem de ir vendo tudo. / Mesmo a ausência dela é uma coisa que está comigo. / E eu gosto tanto dela que não sei como a desejar. /Se a não vejo, imagino-a e sou forte como as árvores altas. / Mas se a vejo tremo, não sei o que é feito do que sinto na ausência dela. / Todo eu sou qualquer força que me abandona. / Toda a realidade olha para mim como um girassol com a cara dela no meio.

– V – // Passei toda a noite, sem dormir, vendo, sem nada a figura del / E vendo-a sempre de maneiras diferentes do que a encontro a ela. / Faço pensamentos com a recordação do que ela é quando me fala, / E em cada pensamento ela varia de acordo com a sua semelhança. / Amar é pensar. / E eu quase que me esqueço de sentir só de pensar nela. / Não sei bem o que quero, mesmo dela, e eu não penso senão nela. / Tenho uma grande distracção animada. / Quando desejo encontrá-la / Quase que prefiro não a encontrar, / Para não ter que a deixar depois. / E prefiro pensar dela, porque dela como é tenho qualquer medo. / Não sei bem o que quero, nem quero saber o que quero. Quero só pensar nela. / Não peço nada a ninguém, nem a ela, senão pensar. 
– VI – // O pastor amoroso perdeu o cajado, / E as ovelhas tresmalharam-se pela encosta, / E, de tanto pensar, nem tocou a flauta que trouxe para tocar. / Ninguém lhe apareceu ou desapareceu. Nunca mais encontrou o cajado. / Outros, praguejando contra ele, recolheram-lhe as ovelhas. / Ninguém o tinha amado, afinal. / Quando se ergueu da encosta e da verdade falsa, viu tudo: / Os grandes vales cheios dos mesmos varios verdes de sempre, / As grandes montanhas longe, mais reais que qualquer sentimento, / A realidade toda, com o céu e o ar e os campos que estão presentes. / E sentiu que de novo o ar lhe abria, mas com dor, uma liberdade no peito. 
– VII – // Agora que sinto amor / Tenho interesse no que cheira. / Nunca antes me interessou que uma flor tivesse cheiro. / Agora sinto o perfume das flores como se houvesse uma vida nova. / Sei bem que elas cheiravam, como sei que existia. / São coisas que se sabem por maneira. / Mas agora sei com a respiração da parte de trás da cabeça. / Hoje as flores sabem-me bem num paladar que se cheira. / Hoje às vezes acordo e cheiro antes de ver. // Todos dias agora acordo com alegria e pena. / Antigamente acordava sem sensação nenhuma; acordava. / Tenho alegria e pena porque perco o que sonho / E posso estar na realidade onde está o que sonho. / Não sei o que hei-de fazer das minhas sensações. / Não sei o que hei-de ser sozinho. / Quero que ela me diga qualquer coisa para eu acordar de novo.

TaBaCaRio

En el mes del nonagésimo aniversario de publicación del que tal vez sea el más recordado poema de Fernando Pessoa, esta traducción de Tabaca...